Reseña por Blackdecker:
Imagino que dentro de muchos años, muchos, cuando se hable de este disco, la gente se refiera como si se tratara de un disco de Bach o Mozart. Salvando las distancias, claro. O no. Imagino el entierro de Richard D. James, bajo palio, sonando este disco mientras una rua inmensa sigue al cortejo fúnebre en un dia lluvioso. Palabras sobre la semilla que ha dejado el artista, su influencia en grandes voces resonando en las arquivoltas de alguna majestuosa catedral. O no. Los niños estudiando sus discos, demenuzados por cualquier severo maestro, los otros repitiendo la lección que les ha tocado ese día. Podría ser. La historia nos acerca al hecho, pero necesitamos siempre de perspectiva, la lupa que permita alejarnos para ver hasta dónde alcanza la importancia, el empaque, el resultado final. De momento, todo queda en el dibujo de un tipo con pinta de vicioso descerebrado, amante del ruido y la jarana, especialista en romper tímpanos en cuanto le dejan. Por tanto, ni peluca almidonada, ni chorreras, ni zapatos de tacón con empeine grandilocuente, ni talco a mansalva. Ni partituras crepitantes. Será cuestión de esperar a que la historia dicte sentencia. Pero, desgraciadamente, ya no estaremos.
Aphex Twin - Heliosphan: