sábado, 26 de febrero de 2011

TARTAR LAMB: "Polyimage of known exits" (2011)


Extraordinarias sensaciones se desprenden de la escucha de este trabajo, a medio camino entre la experimentación ambiental y toques neoclásicos sencillos y góticos. Al igual que el “...and Poppies from Kandahar” de Jan Bang, la gran capacidad de emocionar también forma parte del discurso de esta obra. Son evocaciones que se absorben lentamente bajo la piel y que pasan a formar parte de la banda sonora de paisajes yermos de nuestro subconsciente.

miércoles, 16 de febrero de 2011

IANNIS XENAKIS: "Electronic Music"



El compositor, matemático y arquitecto griego Iannis Xenakis es una de las figuras fundamentales de la música contemporánea. Además de sus trabajos orquestales, Xenakis tuvo una faceta menos conocida: compuso algunas piezas de música electro-acústica que figuran entre las más influyentes y revolucionarias del siglo XX.

Su enfoque partía de la “música concreta” iniciada por Pierre Schaeffer (con el cual trabajó en los años 50 en su Groupe de Recherches Musicales), pero Xenakis pronto tomó su propio camino y empezó a profundizar en la “tape music” y a componer temas de carácter electro-acústico que rompieron ortodoxias y se avanzaron a su tiempo.

Xenakis recurre a todo tipo de ruidos chirriantes y granulados, muros sonoros, sugestivos ecos y ausencia total de melodías. Es una música con elementos sinestésicos porque, además de escucharse, estas composiciones pueden “verse”, ya que sus sonidos tienen un carácter visual muy pronunciado, casi cinematográfico, sus atmósferas orgánicas, sus inquietantes sonidos y las frecuencias de desconocido origen fluyen a lo largo de estructuras narrativas que estimulan nuestros sentidos y nos hacen viajar a lugares insospechados, desde el inicio de nuestra civilización hasta agujeros negros perdidos en el universo.

Partiendo de sonidos reales que luego eran transformados y manipulados (motores, terremotos, campanas, hierros, fragmentos de música pre-grabada), Xenakis elabora todo un universo sonoro en el que reproduce el sonido de galaxias en movimiento, nubes en evolución, tormentas eléctricas, animales pre-históricos, el crepitar del fuego, el frío de las galaxias inmensas, masas y densidades sonoras en movimiento, laberintos matemáticos.

La mayoría de piezas de este cd fueron grabadas en los años 50 y 60, pero suenan modernas y actuales. A pesar de estar enmarcado en la música electrónica contemporánea, las piezas de Xenakis no suenan frías, académicas ni rígidas sino que su enfoque es mucho más primitivo, directo, salvaje e intuitivo. A pesar de su origen netamente matemático y científico, de todos sus diagramas y elementos geométricos, la música de Xenakis suena libre, intensa, dramática y expresiva.

Adelantándose a su tiempo, Xenakis le estaba indicando el camino a seguir a todos los grupos que años después iniciaron géneros como la música industrial, el dark ambient o el power electronics, desde Throbbing Gristle y Whitehouse hasta Lustmord o Maurizio Bianchi.

miércoles, 2 de febrero de 2011

SONS OF OTIS: "Exiled" (2009)



Desde las cavernas más profundas del universo stoner, el trío canadiense Sons Of Otis nos ofreció en 2009 su quinto álbum, titulado “Exiled”. El sonido del grupo continúa avanzando sin sorpresas en su intento de crear el stoner rock más ácido, espacial y bluesero en los confines de nuestra galaxia, algo normal teniendo en cuenta su consumo habitual de hierba y sustancias así como su admiración por los sonidos vintage y los riffs pesados y lisérgicos.

“Exiled” es seguramente su mejor disco hasta la fecha, el más conseguido y trabajado, tanto a nivel de sonido como de canciones, y con un grupo que suena engrasado y entendiéndose a la perfección. Sonido denso pero con guitarras cálidas y acogedoras, atmósfera con mucho espacio y reverb donde los riffs fluyen y el grupo se suelta con elegancia y clase, el caso más claro es el de la jam instrumental “Oxazejam” donde el grupo llega a unos niveles de guarrería sonora pantanosa y orgásmica entre oleadas de ácido, wah y feedback por doquier.

Sons of Otis siguen con su particular acercamiento al stoner cósmico y siguen con su preferencia por la repetición obsesiva: los temas contienen uno o como mucho dos riffs mastodónticos que se repiten incesantemente, algo que a buena parte del público stoner se le puede hacer pesado, pero ahí reside uno de sus grandes aciertos, en la hipnosis creada por sus riffs, repetitivos, sí, pero absolutamente hipnóticos y cautivadores.

Además del gusto por los riffs monolíticos, el trío da rienda suelta a su pasión por las jam sessions, la psicodelia y el blues, géneros que empapan con sus colores y sonidos cada segundo de este disco, en un cruce bastardo entre Black Sabbath, Robin Trower y Sleep, con permiso del Hendrix en su etapa final con la Band of Gipsys.

A destacar esa versión del “Iron horse / Born to lose” que Motörhead grabaron para su primer disco en 1976 y que ya sonaba muy stoner para su época, aunque por supuesto Sons of Otis lo traen a su propio terreno y lo transforman en una canción completamente nueva y marca de la casa.

Sons Of Otis siguen en su viaje alucinógeno y sin retorno hacia el centro del cosmos. No dudes en subirte a su nave cuando pasen cerca de tu casa.
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