1987 fue un año difícil para David
Tibet. Sufrió graves problemas de salud y los médicos barajaron la
posibilidad de que sufriese de un tumor cerebral. Aquejado de ataques
de pánico, pérdida de coordinación y agorafobia, Tibet fue
ingresado en varios hospitales para tratar de curarle. Mientras
atravesaba una de las etapas más complicadas de su vida, Tibet
utilizó el arte como terapia y transformó su angustia en una de las
obras más personales e intensas de Current 93. La creación
artística como tabla de salvación y como exorcismo de nuestros
miedos, una vez más. “Imperium” es un disco que habla de manera
obsesiva sobre la muerte, sobre la decadencia de la civilización y
del ser humano. Afligido por sus circunstancias personales y su estado
de salud, Tibet sentía cerca tanto su final como el de la raza
humana, y nos mostró sin piedad y sin tapujos todas sus obsesiones
empapadas en la poesía y el romanticismo más oscuro y exacerbado.
Grabado en 1987, “Imperium” es uno de los discos más destacados
en la extensa discografía de Current 93. Esta obra ejerce de puente
entre sus anteriores trabajos (ambient-industrial de corte ocultista
y esotérico) y sus posteriores trabajos (más cercanos al folk ácido
y apocalíptico). “Imperium” se encuentra en la mitad de esta
encrucijada creativa, recurriendo a elementos de una y otra fuente
para crear así una obra de atmósfera irreal, onírica, entre el
ensueño y la pesadilla, y con esa frágil voz de David Tibet que se
dedica a susurrar sus textos en los que combina cristianismo,
budismo, misticismo y letanías apocalípticas.
La cara A del disco
contiene una fascinante suite dividida en cuatro partes y titulada
“Imperium”. Pocas veces he oído una música tan terrorífica y
tan hermosa al mismo tiempo. Los sonidos (algunos interpretados a
tiempo real y otros tomados de diversas fuentes sonoras y después
manipulados) crean una atmósfera onírica, melancólica,
sub-acuática, rica en sonoridades y en ecos medievales y místicos.
La combinación de esta música con los textos que Tibet recita
(todos ellos orbitando alrededor de la muerte, la extinción, el
final de nuestro ciclo, la vanidad y futilidad de nuestros sueños y
los bienes materiales), es una experiencia estremecedora pero de una
belleza escalofriante, de un calado poético y espiritual
arrebatador. Las cuatro piezas que conforman esta suite fluyen de
manera natural y se van metamorfoseando y transformado sin que nos
demos cuenta, mientras las distintas atmósferas, ecos y
reverberaciones sonoras nos guían en un viaje sombrío, majestuoso,
y alucinante.
La cara B de este precioso vinilo ofrecía cuatro temas
que siguen con la misma temática pero abordándola desde otras
perspectivas. “Be” es una breve incursión en el folk que en
posteriores discos de Current 93 irá tomando su forma definitiva.
“Locust” es una angustiosa canción de sonoridades disonantes
donde las guitarras, bajo y percusión van in crescendo acompañadas
de la voz de Tibet que en este momento deja de susurrar para pasar al
grito más salvaje. El enfoque contemplativo y meditativo de la cara
A se convierte por momentos en una pesadilla claustrofóbica y
violenta de la que no hay salida excepto en la muerte. El siguiente
tema, titulado “Or”, es otra fascinante pieza donde la
combinación de canto gregoriano, canciones nazis de la segunda
guerra mundial y sombrías e inquietantes grabaciones de diversos
sonidos manipulados en estudio sirven de fondo para que Tibet vuelva
otra vez a entonar sus letanías agónicas y apocalípticas. El álbum
se cierra con “Alone”, una desgarradora canción donde una
espartana línea de bajo y otra de sintetizador acompañan a la voz
de Tibet, quien reflexiona sobre la soledad, la desilusión, la
enfermedad, el sufrimiento humano y la inutilidad de la vida. Un
final de corte más íntimo y personal y que sirve como conclusión a
un disco que nos deja exhaustos y sin palabras, tocados en nuestro
interior pero en cierta manera purificados.
Y la pregunta es: ¿sirve
de algo tanto sufrimiento? Sin ninguna duda. Así pues, sólo me
queda volver a reflexionar otra vez sobre mi último día con esta
hermosa música.