La historia de Metabolist es uno de
esos casos desconcertantes en la historia del rock experimental de
las últimas décadas. Contemporáneos de otros grupos ingleses como
This Heat, The Pop Group, P.I.L. o Cabaret Voltaire, su música pasó
casi desapercibida en su momento e incluso hoy en día, en plena
época de internet, es difícil encontrar sus grabaciones o
información sobre ellos. Quizá contribuyera el hecho de que sólo
llegaron a grabar un disco y que no aceptaron trabajar con ningún
sello discográfico sino que se lo auto-editaron en su propio sello
(Drömm Records) y que hasta el momento no se ha reeditado (con la
excepción de una edición limitadísima en Japón), o sea que este
“Hansten Klork” es una obra que ha permanecido en la oscuridad y
sin el reconocimiento que sí han recibido los grupos mencionados
anteriormente. “Hansten Klork”, grabado en Londres en 1980, es
una verdadera obra maestra del rock de vanguardia, una explosiva
combinación de post-punk, krautrock, improvisación e incluso unas
gotas de Zeuhl. Metabolist trabajaron minuciosamente no sólo en la
composición de los temas que conforman el disco sino también en
todo el proceso de grabación, manipulación y mezcla de sonidos
realizando un trabajo en el estudio de grabación (que de hecho, era
su propio estudio) comparable al que This Heat o Art Bears estaban
haciendo también en aquellos años. Utilizaban los instrumentos
típicos del rock, pero decidieron tocarlos y manipularlos de las
formas más inverosímiles para así conseguir todo tipo de sonidos
absolutamente inesperados por el oyente además de incluir todo tipo
de sonidos considerados no-musicales (en esto imagino que seguían la
estela de Can y Faust). Además de ser unos musicazos con una
desbordante imaginación, hacían gala de un sentido del humor
retorcido, absurdo y surrealista, algo que se aprecia en esa letras
medio en inglés medio en idioma desconocido y en el empleo tan
desquiciante que hacían de las voces. “Curly Wall”, tema que
abre el disco, es toda una declaración de intenciones. En sus casi
10 minutos de duración nos ofrece ritmos motorik obsesivos (en el
puro estilo de Neu! o de Can), cambios de ritmo imprevisibles,
guitarras angulares y unas voces absolutamente demenciales e
intimidatorias que por momentos recuerdan a los experimentos de
Residents o a las voces operísticas kobaianas de Christian Vander en
Magma. “Alien on Sunday” es, como bien indica su nombre, una
auténtica marcianada sonora que se centra en los ritmos motorik a lo
Neu! y unas voces efectivamente de tipo absolutamente extraterrestre.
“King Quack” ralentiza los tiempos y el grupo se enzarza en un
serpenteante riff de bajo y batería acompañado por corrosivos
latigazos de guitarra y saxo y por esas inquietantes voces en un
idioma desconocido que perfectamente podían encajar en un disco de
Magma. “Hoi Hoi Hoi” es otro temazo que usa la repetición de
ritmos y las guitarras angulares para crear una siniestra e hipnótica
atmósfera sobre la que una voces al puro estilo Magma recitan unos
textos que perfectamente podían estar escritos en Kobaian. La
combinación es realmente impactante: ver a un grupo en plena época
del post-punk hacer apología de Magma y el Zeuhl es algo que debe
ser visto para poder creérselo (imagino que gran parte del público
en aquella época se sentiría bastante desconcertado en este
sentido). Temas como “Lights” y “Merchandise” nos muestran
otra faceta del grupo del grupo, que aprovecha para dar rienda suelta
a la improvisación y la creación de pasajes oníricos y
misteriosamente psicodélicos. El tema que cierra el album y que le
da título al disco (“Hansten Klork”) es otro ejercicio de
repetición minimalista, ritmos extraños, voces llegadas de otra
dimensión y sonidos de todo tipo integrados en el esqueleto de la
canción. En apenas 40 minutos termina el disco, dejándonos una
sensación de haber escuchado una música llegada de otro planeta, de
otra galaxia, una amalgama de estilos irreverente, provocadora, única
e irrepetible. Su único disco y un puñado de singles y cassettes
que editaron entre 1979 y 1981 son un legado importantísimo para la
historia del rock experimental que desde aquí queremos reivindicar.