martes, 26 de enero de 2010
John Coltrane: "Crescent" (1964)
El jazz lo dejo sonar en las horas nocturnas, te envuelve con sus sonidos neblinosos y se amalgama con los colores nocturnos de baja luminosidad. Pero este se lleva la palma, ya no solo resulta idóneo para altas horas de la madrugada, es necesario que sea así. Sobre todo con algún cubata de whisky que se haya finiquitado, con la luz apagada e hipnotizado con el reflejo azul del hielo que recibe del reloj digital, con el regusto del amargo sabor que se alarga con cada nota de Coltrane... El día resulta enajenador y por la noche, se reflejan los lamentos de los perdidos.
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