Hay obras que nos muestran un descenso al infierno. Eden Log comienza directamente en el infierno, varios niveles bajo tierra, en plena plantación subterránea, con el protagonista emergiendo de un charco de barro y realizando su viaje hacia arriba, remontando niveles a través de cavernas, túneles y laberintos apocalípticos donde se ha desatado el caos, hasta llegar a la superficie. Los minutos iniciales de Eden Log sumen al espectador en un profundo desconcierto y en un estado mental más bien incómodo. Intentamos ver en la oscuridad, con nuestros ojos cegados por fogonazos intermitentes de luz, una temblorosa figura humana que sale de un charco de barro y se arrastra por el suelo en lo que parece ser una cueva. Una especie de parto doloroso, un despertar en un mundo hostil en la soledad más absoluta. A partir de ahí empieza su fascinante viaje. El espectador se ve arrojado a ese charco de barro y a ese mundo subterráneo, oscuro y húmedo, sin saber qué ocurre ni qué va a suceder. Esta sensación de desconcierto y confusión es algo meticulosamente preparado e intencionado por parte del director Franck Vestiel con la intención de que nos identifiquemos con el protagonista en primera persona, así pues, sólo sabemos lo que él sabe, y al mismo tiempo desconocemos lo que él desconoce. Esta perspectiva añade muchísima más intensidad a la historia, que se desenvuelve ante nuestros ojos de la misma manera que lo hace para el personaje. La desorientación, el miedo y ansiedad que sentimos es la misma que siente el personaje. Al mismo tiempo, la confusión y el caos que dominan la obra no son fruto de la casualidad sino algo intencionado, para que el espectador valiente vaya resolviendo con paciencia los enigmas que se le van planteando.
Esta es una obra difícil, rica y sugerente que requiere varios visionados para asimilar todas las ideas que contiene su argumento, una especie de rompecabezas que el personaje (y nosotros al mismo tiempo) va reconstruyendo en su viaje. La compleja trama argumental, emparentada con el género distópico, presenta una sociedad futura en la que los árboles producen la suficiente energía como para abastecer a las ciudades, contribuyendo así a la creación de un nuevo paraíso, un nuevo Edén. Pero estos árboles necesitan alimento, y lo extraen de seres humanos que son encerrados en cajas de las que las raíces de los árboles irán consumiendo la energía humana en diversas plantaciones subterráneas. Estas personas, en su mayoría inmigrantes y enfermos, han sido engañados y transportados allí con la promesa de una nueva vida, pero en realidad se les ha esclavizado y explotado hasta la muerte. Su “sacrificio” es necesario para la supervivencia de esta nueva sociedad. Los ciudadanos libres de la superficie obviamente no saben nada al respecto, las autoridades por supuesto se encargan de guardar el “secreto”. Esa sociedad que se presume “libre” y “perfecta” en realidad se basa en la mentira, la explotación, la esclavitud y el dolor. Así pues vemos como Eden Log se aparta de la ortodoxia del género para introducir diversas capas de lectura, a nivel social, medioambiental, simbólico e incluso religioso: la explotación y esclavitud de inmigrantes, el alto precio que la sociedad civilizada paga para seguir subsistiendo, las diferencias entre ciudadanos de primera y de segunda categoría, el abuso de los recursos naturales y sus posibles consecuencias, el secretismo malintencionado y la ocultación de información por parte de las autoridades para no alarmar a la población, etc.
La escenografía e iluminación son parte fundamental del impacto que produce Eden Log: los 90 minutos de la obra nos envuelven en una atmósfera monocromática en la que predominan el blanco, el negro y el gris (aunque en realidad no fue grabada en blanco y negro, todo es fruto del excelente trabajo de iluminación), una ambientación oscura y apocalíptica que nos recuerda a otras obras como Tetsuo, Cube, Alien o a los pasajes más sombríos de Stalker. Los personajes se mueven en opresivos y claustrofóbicos paisajes subterráneos, alcantarillas, centrales hidroeléctricas, naves industriales abandonadas, con una presencia constante de suciedad, humedad, charcos de agua sucia, amasijos de hierro y maquinaria abandonada, rota y en desuso. Visualmente es una obra fascinante, y ese es uno de sus puntos fuertes. Este enfoque de la fotografía y escenografía, con su acabado oxidado y sucio, le da un toque artístico y estilizado a la película que no es habitual en las obras de ciencia ficción, más proclives al entretenimiento banal y a los efectos especiales llamativos, explosiones y naves espaciales. En Eden Log no se busca la espectacularidad sino la creación de tensión y angustia a través de los decorados, la luz y la ambientación. No podemos olvidar la importantísima contibución de la música (cortesía de Seppuku Paradigm) cuyos sonidos de corte ambient/drone/industrial contribuyen a acrecentar la sensación de desasosiego reinante en la película.
Eden Log es una película poco convencional en el género de la ciencia ficción contemporánea. Su estilo narrativo, su temática, su enfoque estilizado e intelectual así como su ambientación provocaron críticas negativas por parte del espectador medio de este género, más acostumbrado a argumentos sencillos, acción, efectos especiales y finales cerrados donde todo queda claramente explicado. Eden Log rechaza estas convenciones y crea un universo visual muy personal, de ahí que las reacciones hayan sido bastante extremas, sin término medio entre detractores y admiradores. Imagino que la película tiene mucho más interés para seguidores de cine de autor y cine experimental que para el fanático standard de la ciencia ficción. En definitiva, Eden Log es una obra valiente y atrevida, cuyos creadores buscaron romper con los moldes y las convenciones establecidas de la ciencia ficción y la distopía, géneros en los que es complicado innovar, para crear algo nuevo y adentrarse en terrenos más estimulantes y novedosos.
2 comentarios:
¿Por qué me recuerda a Matrix? El "nacimiento" a la realidad, como en Matrix, cuando Neo es rescatado del drenaje luego de estar en esa esa especie de vientre artificial. árboles que se alimentan de humanos= máquinas que se alimentan de humanos.
Eso sí, Eden Log es más indie.
...gran recomendaciÓn, gracias!.
Saludos
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