miércoles, 29 de abril de 2009
Randy Holden: "Population 2" (1970)
Sólo con ver la contraportada de este disco uno ya se hace la idea de que estamos ante un artefacto altamente peligroso: observamos a Randy Holden en pleno éxtasis, con la mirada perdida mientras toca la guitarra. A su lado Chris Lockheed machaca la batería con descomunal fuerza. Detrás de ellos, una muralla formada por 16 amplificadores Sunn. Esto nos puede dar una idea del ensordecedor volumen y la intensidad de su sonido.
Grabado en 1970, “Population II” pasó prácticamente desapercibido en su momento debido a problemas de distribución y a que su propuesta no era nada fácil de digerir, pero con el paso de los años se ha convertido en un disco legendario, pieza clave en el rock ácido, el heavy metal y el stoner rock.
Tras tocar en diversos grupos, Randy Holden saltó a la fama tras unirse por un breve período de tiempo a Blue Cheer, con los que sólo llegó a grabar una cara de su tercer álbum en 1969 (“New! Improved!”), pero tuvo que abandonar el grupo debido a que Blue Cheer querían virar hacia un sonido más accesible mientras que Holden quería tocar música más potente y salvaje.
Así pues, tras abandonar Blue Cheer, Randy Holden (guitarra eléctrica, bajo, voz) reclutó al batería Chris Lockheed y se encerró en el estudio a grabar el seminal disco “Population II”. Una obra extremadamente influyente en las decadas que siguieron ya que el dúo creó una especie de hard rock psicodélico y ácido aderezado con la brutalidad del todavía no nacido heavy metal. Los riffs de Holden, en su mayoría lentos y gigantescos, suenan grasientos, sucios, densos e incendiarios, mientras Lockeed machaca sus ritmos sencillos y brutales. Una atmósfera lisérgica, fumeta y oscura inunda el ambiente mientras el dúo se aventura en excursiones eléctricas herederas de Hendrix y Blue Cheer y adelantándose al sonido amenazador que en aquella época se estaba gestando en Birmingham de la mano de Black Sabbath. El sonido es grave, con muchísimas frecuencias “low end” que hacen vibrar el suelo y nos envuelven en una manto sonoro ardiente y aplastante.
Hay que insistir una vez más en la idea de volumen: Holden quería grabar en el estudio a unos niveles de volumen extremadamente altos, algo que dió muchos quebraderos de cabeza a los técnicos de sonido, que no estaban de acuerdo en ese planteamiento, además de no estar acostumbrados a grabar sonidos tan extremos. Pero Holden lo tenía claro: su propósito era crear riffs que se parecieran a explosiones atómicas, y para conseguirlo el nivel de decibelios debía ser el máximo. Y el tiempo le ha dado la razón: los 32 minutos de “Population II” son hoy en día una de las joyas más preciadas de la música de guitarras más salvaje y del stoner rock en general.
lunes, 20 de abril de 2009
LSD-March - Under Milk Wood (2009)
Reseña por Blackdecker:
Estos japos están decididos a ser potencia mundial en lo musical. Se atreven con todo, eso sí, desde su rasposa concepción del asunto, comenzando por su dicción y acabando con esa manera de componer y entender que no admite terminos medios en muchos casos. Como intentar sacarle notas a una sierra con, pongamos, un sacacorcho. Luego tienen ese gusto por el blues que les hace ser los más arrastrados bardos pero sustituyendo bourbons y whiskey de melaza por sake y licores de rata. El sushi y el yakisoba supongo que también hacen. Viven en su submundo con forma de cola de dragón, con nieve, viento, tsunamis y terremotos y siguen sacando pequeñas alegrias a su aislamiento de tren bala en tren bala.
Blues casi de guitarra y poco más, de multiefectos, melancólicos como uno de sus paisajes tan perfectamente ordenados. Quizás sea el efecto de una vida tan pulcra que merece algo de desorden, caos y ruido. Como un paisaje en blanco y negro de Kurosawa. Como el mismo Akira desentrañando a Shakeaspeare. Como Hiro-hito rindiendo su espada. Como un hongo comiéndose Hiroshima.
Quizás, tal vez.
LSD March Berlin
lunes, 13 de abril de 2009
Magic hour - Secession '96
Se ruega encarecidamente seguir la guía del disco escuchando el mismo. Disponible por (alma)seek.
Magic hour - Secession '96
LA MIEL DE LAS ABEJAS MÍSTICAS.
Era todo lo que necesitaba para que su pueblo no muriera de la peste bucólica. ¿ Dónde encontrarlo? , esperaba que en el templo budista le revelaran su ubicación....
SUNSET ONE :
El camino hacia el templo fue un paseo pequeño, pero realizado con un nerviosismo grande. Dudas, pesares y esperanzas se desvanecieron durante un segundo al traspasar el umbral en dirección a la gran sala del monje budista. Un ligero escalofrío le recorrió la espalda, no era precisamente paz lo que sentía en su interior, si no miedo.
El monje no le dejó hablar, ya conocía su pregunta. Solo dijo: ¡¡ Danza humilde campesino y obtendrás tus respuestas !! . El campesino se movió sin dudarlo ni un instante en un intento burdo de danzar. Buda, impresionado por su rapidez y su ausencia de dudas ( ¿ quién de normal hubiera empezado a bailar así sin más ? ) le reveló el emplazamiento de la montaña mágica.
ROSEBUD :
El labriego iluminado empezó su largo trayecto hacia la montaña.
Demasiados días, tendría que haber llegado ya. Surgieron las primeras dudas.
No puede ser, pensaba, llevaba ya un mes. Una ligera furia apareció en su interior que le iba minando y devorando poco a poco su resolución.
Se para, esto no es posible, su odio y desilusión va en aumento. Pero otro yo le susurra al oído, y empieza una discusión consigo mismo. Convencido finalmente por su yo místico decide continuar hasta la muerte.
Avanza como si tuviera alas en los pies.
Y cuando cree que ya le fallan todas las fuerzas para seguir, la montaña aparece.
SUNRISE :
Una sonrisa ilumina su rostro, y a la falda de la montaña descansa con un agradable sueño reparador.
Un pie y después el otro, hacia la cúspide le llevan sus piernas primero y después sus manos.
Como un gato se arrastra con sus nuevas cuatro patas , el éter cambia a su alrededor, la magia le penetra por los poros.
Las abejas empiezan a zumbar a su alrededor, y la miel se llena en sus cubiletes. Toda su vida le pasa por su cabeza con tal rapidez que se transforman en recuerdos impresionistas.
SUNSET TWO :
Desciende la montaña mágica y se dirige hacia su hogar.
Pasa por el templo para darle las gracias al monje y alabar a Buda.
De vuelta a su poblado, reparte la miel y empieza una rápida y sorprendente cura de la peste bucólica. La época industrial ha empezado.
lunes, 6 de abril de 2009
Colour Haze: "All" (2008)
“All”, publicado en 2008, es el último álbum del “power trio” alemán Colour Haze, un grupo que desde 1994 ha venido editando una serie de obras fascinantes que los han convertido en una formación de culto en la escena stoner europea. Su particular y excitante sonido combina el fuego y la electricidad de grupos clásicos de finales de los 60 como Jimi Hendrix Experience, MC5 o Blue Cheer así como la potencia y garra de los primeros grupos de hard rock/proto-heavy metal como Black Sabbath, Buffalo, Mountain, May Blitz o Sir Lord Baltimore y por supuesto el sonido de grupos más cercanos en el tiempo, especialmente Kyuss, Monster Magnet y Sleep. No conviene olvidar, como teutones que son, la influencia del krautrock y del hard-psych, géneros que tuvieron gran repercusión en Alemania en los 60 y 70 y que Colour Haze también recogen en sus discos.
Un sonido de una pureza indómita y una fuerza arrolladora, riffs ácidos y envolventes, estructuras fluídas y psicodélicas, distorsión y fuzz a raudales y una compenetración espectacular entre sus tres miembros que hace que los temas suenen naturales, vivos, espontáneos, con un grupo que toca muy suelto, engrasado y con muchísimo gusto, todo ello envuelto en una atmósfera setentera, fumeta, lisérgica, orgánica, cálida y acogedora.
Siempre en busca del riff perfecto, de ese que nos hace echar las órbitas de los ojos hacia atrás y que hace sonar un “click” en nuestro cerebro y nos lo deja en blanco, ese riff que libera sensaciones de nuestro subconsciente más profundo y nos ayuda a viajar hacia lugares insospechados. Droga pura, sin adulterar, material que expande la mente, que nos hace volar y sentirnos libres, riffs que llenan la habitación de sugerentes perfumes, llamativas imágenes y neblina de colores.
Además del gusto por los riffs monolíticos y densos el grupo también tiene un ramalazo progresivo muy interesante, con tendencia a crear pasajes elaborados, dejándose llevar por inflexiones jazzísticas y alternando pasajes tranquilos y relajados con clímax electrizantes absolutamente gloriosos. Eso sí, el grupo nunca cae en la auto-indulgencia tan habitual del rock progresivo (es decir, largos y aburridísimos solos) sino que muestran madurez y saber estar, manteniendo el interés y la intensidad a lo largo de los pasajes más complejos. Los temas más extensos (caso de “Lights”, “All” o “Fall”) dan pie a los riffs más elaborados y expansivos, donde el grupo se toma su tiempo para realizar vertiginosas escaladas al cielo y culminar en explosiones de distorsión y electricidad mientras que por otro lado los temas más cortos (“Moon”, “If”) trabajan la intensidad concentrada a través de riffs directos, urgentes e incendiarios.
Colour Haze también incorporan a su propuesta algunas pinceladas de órgano, sítar y guitarras acústicas, añadiendo así variedad a su propuesta en este álbum que, sin ofrecer nada nuevo respecto a los anteriores, es quizás el más completo y equilibrado de su carrera.
En un género como el stoner rock, tan derivativo y en el que es tan difícil ofrecer algo nuevo y excitante (básicamente todo se inventó hace más de 40 años), Colour Haze se presentan como una de las propuestas más satisfactorias y relevantes del panorama europeo actual.
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