martes, 20 de enero de 2009

Voodoo Muzak



“Mambient” es un trabajo clave dentro de la fascinante discografía de los franceses Voodoo Muzak, uno de los más interesantes proyectos del rock experimental europeo de los últimos años. Desde finales de los 80 el grupo ha ido mutando a través de diversas formaciones y giros estilísticos, desde el enfoque más noise, salvaje y primitivo de sus primeros trabajos como “Blunt” (1991) o el disco compartido con RWA (1992) hasta los sonidos más cercanos al post-rock tribal de vanguardia como este “Mambient” (1999) o “Brouillarta” (2002).

Grabado como cuarteto (dos baterías y dos bajistas, además de samples), “Mambient” ofrece un espectacular despliegue percusivo y una colección de ritmos altamente complejos pero con pegada y “groove”. Este es un factor esencial que les diferencia de la mayoría de grupos de la escena post-rock y similares: Voodoo Muzak no suenan fríos ni distantes sino que su música tiene fuerza, suena viva y orgánica, sus ritmos en constante movimiento enganchan, sus enrevesados “grooves” y ritmos matemáticos suenan fluidos, viciosos, calientes e incluso bailables (eso sí, en pleno ataque de epilepsia). En los cuatro temas que componen “Mambient” (todos ellos sin título, como es habitual en sus discos) las líneas melódicas, repetitivas e insistentes, avanzan angustiosamente mientras se estrangulan mutuamente sobre una densa y acolchada base de doble bajo y estructuras percusivas sincopadas que nos conducen a través de laberínticos pasillos que apenas dejan entrever la luz. Juegos malabares con cóckteles Molotov. Trapecismo sobre alambre de púas.

El abanico de estilos que abarca el grupo es considerable: desde el post-rock calculado al milímetro hasta el jazz, pasando por las músicas tribales, el funk degenerado, el drum and bass psicótico, el ambient más enfermizo (illbient), la música electrónica inquietante y enigmática... Los sonidos que fluyen por los altavoces traen ecos de los primeros Tortoise pero más oscuros, de This Heat y sus experimentos más radicales (como “24 track loop”), los sonidos abstractos y cerebrales de Brise-Glace (un increíble pero poco conocido proyecto de Jim O'Rourke), las repeticiones obsesivas de Can, el músculo y sudor del “Bitches Brew” de Miles Davis, todo ello empapado en una atmósfera nocturna, opresiva y febril, ideal para las asfixiantes noches de insomnio en el verano.

En definitiva, un nombre que es parte fundamental del rock de vanguardia europeo, un grupo admirable tanto a nivel musical como extra-musical (su labor con la discográfica Amanita, creada por Stephan Krueger, uno de los integrantes del grupo, es digna de admiración), y un disco, “Mambient”, que es una pieza fundamental para resolver este rompecabezas sonoro llamado Voodoo Muzak.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...