La ventana está cerrada y a través del cristal el crepúsculo da lugar a la noche. Las estrellas brillan, pero no sólo en el cielo. Esta es mi historia.
La madera cruje ligeramente con cada uno de mis pasos, la escasa iluminación de la vela de aceite llena la habitación de sombras alargadas y claros que hacen brillar estrellas en el metal de mi guitarra.
La recojo con mis manos y mis dedos tocan sus cuerdas como si de una teoría del universo se tratara. La práctica ya la sé, lo he hecho tantas noches, cantar soledad y tocar blues.
No hay comentarios:
Publicar un comentario