martes, 11 de noviembre de 2008

Loop


Hay dos palabras clave para entender la música de Loop: repetición e hipnosis.
El grupo inglés creado por Robert Hampson en 1986 se dedicó a reproducir, canción tras canción, disco tras disco, un esquema, una propuesta que se podría definir de la siguiente manera. El bajo y la batería se dedicaban a repetir una sencilla y directa línea melódica que servía de armazón sobre el que montar el resto de la estructura. A esta base se le añadía un riff de guitarra principal también muy sencillo y básico, muchas veces consistente en tan sólo uno o dos acordes y también repetido hasta el límite. A esto se le superponían capas y más capas de guitarras, con mucho fuzz, distorsión, wah wah, eco, delay, reverb, y todo tipo de efectos que servían para complementar y aumentar la estructura. Finalmente las voces planeaban por encima, siempre filtradas, creando un efecto cósmico, distante, lejano.
Entre vapores y nieblas, las melodías, de carácter fluido, líquido y psicodélico se van tensando y atrapándonos oleada tras oleada de distorsión y electricidad. Lo que en un principio era sencillo y primitivo se convierte poco a poco en algo complejo, en una estructura giratoria que evoluciona gradualmente en espiral desde un vértice y se va transformando de manera casi imperceptible.
Y así, repitiendo obsesivamente la misma estructura una y otra vez, Loop nos conducen hasta el trance y nos sumen en un estado hipnótico, catatónico, mientras nuestros ojos se cierran, las pulsaciones del corazón bajan y todo tipo de imágenes caleidoscópicas se disparan en nuestro subconsciente más profundo.
Su sonido era una mezcla de los ritmos repetitivos y mecánicos del krautrock (Can, Neu!, Kraftwerk, Harmonia), el fuego de los Stooges, los momentos más rompedores de la Velvet Underground, las atmósferas cósmicas de Hawkwind y los pasajes lisérgicos de Spacemen 3. Una música misteriosa, obsesiva, cruda, ácida, discordante, con ritmos sencillos y primitivos, con guitarras que supuran fuego, electricidad y feedback, con ambientes cercanos al space rock y al drone. Un sonido denso, cósmico, electrizante y puro.
Loop debutaron en 1987 con “Heaven's End”, disco en el que ya ofrecían los pilares básicos de su peculiar sonido, y continuaron profundizando todavía más en su segundo disco, “Fade Out”, de 1988. Loop grabarían su tercer y último álbum, “A Gilded Eternity”, en 1990. Para muchos este fue su mejor trabajo, un disco más sofisticado que los anteriores y en el que su propuesta sonora llegó al límite.
Loop se disolvieron pero siguieron trabajando en nuevos proyectos. El batería John Wills y el bajista Neil McKay se embarcaron en The Hair and Skin Trading Company, mientras que los dos guitarristas (Robert Hampson y Scott Dowson) crearon el grupo Main, uno de los mejores exponentes del ambient noise de los años 90.

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