Música Rota es el nuevo proyecto de Emilio Herrando, ex-componente de Ebria Danza, grupo castellonense que a principios de los 90 marcó a fuego algunos corazones como el mío a pesar de la corta vida del proyecto. Ebria Danza tan sólo editaron un disco ("El manicomio de las palomas") y un single ("Fragilidad suicida"), ambos con Triquinoise. El grupo fue encasillado en la escuela estilística de Corcobado y 713avo Amor, pero, influencias aparte, yo creo que ofrecieron mucho más que eso. Su música era triste, desgarradora, bellísima, frágil, caótica, barroca, destilaba una intensidad, electricidad y pureza espeluznantes, y era acompañada de unos textos y una voz que nos hicieron viajar en muchas noches de insomnio y angustia.
La aparición en 2007 de "Azar", el primer disco de Música Rota, fue una excelente noticia para todos aquellos que lloramos la disolución de Ebria Danza y que llevábamos años esperando noticias suyas. Emilio nos ofrece ahora un disco largo, variado, complejo, onírico, una obra en la que combina por un lado sonoridades electrónicas, pasajes ambientales oscuros, atmósferas densas e inquietantes y por otro lado una especie de folk triste, melancólico, decadente, bellísimo. Atrás quedaron la distorsión asfixiante, las imágenes expresionistas y los gritos desgarradores de Ebria Danza, pero siguen ahí esa voz y esos textos que ponen los pelos de punta, sigue ahí esa intensidad que sacude al cuerpo y al alma, aunque canalizada de otra manera, sigue ahí, en definitiva, ese arte, esa magia que ayuda a curar las heridas de nuestro maltrecho corazón.
El sonido del disco también merece mención especial, ya que los temas fueron grabados con instrumentos de segunda mano, rotos o "preparados" (como hacía John Cage), lo cual le da a los temas un aire todavía más frágil, decadente y "roto", como el nombre del proyecto indica: Música Rota.
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